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De los teatros a las modernas salas de cine

 

Laura Arboleda G’

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Al caminar por las calles del centro de la ciudad donde se ubicaban anteriormente estos cinemas intentaba imaginar como eran antiguamente estas calles, y todas las imágenes que pasaban por mi mente eran a blanco y negro. Inicialmente imaginaba las señoras caminando en vestidos pomposos y muy elegantes por las calles, sombrillas y adornos extraños sobre su cabello y rostro, pero después pensé que mi mamá había asistido a estos teatros, y yo tan solo tengo 23 años. Mientras pasaba frente al Teatro Tolima recuerdo cuando fui con mis papas a ver la primera película de Harry Potter, Harry Potter y la Piedra Filosofal, como si fuera ayer escuchaba la voz de mi madre en mi mente diciéndome repetidamente que subiera los pies a la silla por si pasaba alguna rata.

 

Hoy en día no me repite más esa oración cuando vamos a ir a cine.

 

Antiguamente Ibagué contaba con 7 teatros, El Metropol, El Nelly (Doral),  El Julio Cesar, El Imperial, El teatro Torres, El Real y  El Tamana. Pero de estos no queda nada, el único que aun permanece es el Teatro Tolima, de demás ahora son parqueaderos, negocios de ropa o simplemente un local más desocupado. Pero se que para la mente de los ibaguereños estos teatros guardan valiosos recuerdos, y no solo carros.

 

Volviendo a mi imaginación, pensaba en un ambiente más que todo familiar, en la que se reunían primos, tíos y hermanos para compartir en los teatros, imaginaba niños con golosinas en sus manos, globos y la emoción más infinita para ver una película, y pensaba en que ahora no existía esa misma emoción, que ya no existen esas ansias de ver la película por que probablemente en unos meses esa película se encuentre en internet o la consigan en una esquina “chiviada” y la gente no tendrá que esperar como antes a que llegue el fin de semana para poderla ver.

 

Aunque si cabe resaltar que para la época, ir a cine, e consideraba un acto relevante, lo cual indicaba ir con ropa formal, a diferencia de hoy en día, que es bastante informal.

 

Así que dedique un día entero a estar en el centro y hablar con las personas, preguntarles sobre estos antiguos teatros y conocer sus experiencias directas con estos. En el transcurso de la tarde tuve la oportunidad de hablar con varias personas y la información más relevante que recopilé fue que en la ciudad de Ibagué existieron varios cinemas y que los dueños eran la familia Ramírez y que el  más moderno para la época fue el cinema Real,  ubicado en el Centro comercial Pasaje Rea en el segundo piso, en donde además cuentan algunos de sus antiguos visitantes que vendían las mejores hamburguesas, y por esto era reconocido.

 

Y aunque era imposible no percatarse que las personas presentaban mucha con función en el momento de ubicar los teatros, era imposible no envolverse en la historia que contaban, ver sus caras de concentración para poderme regalar la información adecuada era gratificante, y más cuando sus ojos transmitían la alegría de la época.

 

La primera información relevante que obtuve fue del dueño del almacén de importaciones Miami Esprexx, Oscar Rubio, ubicado en el centro Comercial Pasaje Real. ÉL nos contó  que el dueño del Teatro Real era Gustavo García, y que él era el único que nos podría brindar información verídica sobre este. Así que me dirigí a la joyería del local de al lado, ya que su dueño era el señor García, pero allí me dijeron que primero no se encontraba en la ciudad y segundo estaba en condiciones de salud delicadas como para atenderme.

 

Era entendible esta situación,  pues estamos hablando de los antiguos cinemas de la ciudad de Ibagué, sus dueños ya eran señores de mucha edad.

 

En unas esquina aproximadamente tres cuadras mas abajo me encontré con Josep Campos y a William Polo. Me ilustraron la ubicación del Teatro Nelly, carrera 3 con 15-16 y  comentaron era el que más se llenaba gracias a que presentaban películas para adultos, es decir cine rojo. Además hizo memoria para recordar que los días con promociones no le cabía una sola persona al teatro.

 

Aunque no todas las personas entrevistadas fueron tan abiertas, entregaron información relevante, como fue el caso del señor Gustavo Hernández, un vendedor de dulces que se encontraba frente al parqueadero donde antes quedaba el Teatro Imperial. Le pregunte tenia algún tipo de información acerca de aquel El Cinema, pero él de una manera parca respondió que trabajaba allí desde hace mas de 15 años y el dueño de los teatros era el Sr. Ramírez quien según Hernández, la familia Ramírez sigue siendo dueña del parqueadero. Le pregunte el nombre del Sr. Ramírez, pero me miro de arriba abajo y me contestó: “No me lo sé, y si me lo supiera no se los daría.

 

En este recorrido por el centro en busca de información, di con la ubicación de un famoso en el mundo de los antiguos teatros Diomedes Poveda, el cual muy amablemente nos concedió una entrevista. Su aspecto carismático nos hizo entrar en confianza rápidamente, a simple vista se puede apreciar la calidad de persona que es Diomedes Poveda, tiene ese algo especial que lo hace sentirse cómodo con él sin siquiera conocerlo. Es bajo, gordo, con bigote mexicano y pelo oscuro, al igual que sus ojos. Su acento es como el del las personas que viven fuera de la ciudad, su uniforme parece encogido por la lavadora, o al menos eso quería pensar que era más no la comida que seguramente come de más. Apenado por haberme hecho esperar un poca mientras cuadraba todo en su turno para poderme conceder la entrevista, repetía constantemente que lo que necesitara saber sobre los teatros el me lo diría.

 

Con 60 años, Diomedes Povedaes famoso en el mundo de los antiguos teatros por haber trabajado 22 años en algunos de los cinemas que existieron en el centro de la ciudad de Ibagué. De el Teatro Metropol me contó que duro abierto al público 28 años, y que cerró tras la llegada de Cinemark, una competencia demasiado fuerte. Ademas me dijo que los estrenos los enviaban de Bogotá. Cuando las películas eran de acción, las salas eran muy concurridad, pero que los días que más se llenaba el Teatro eran los viernes, sábados y domingos, los viernes se llenaban mas principalente por ser el día de los estrenos.

 

Con tristeza Diomedes mira a su alrrededor y expresa que del Teatro Metropol sólo queda la estructura. Para ese entonces eran tres pisos, contaba con 2 salas y la mayoría de las películas eran en español.

 

El teatro el Doral era el más grande, tenía capacidad para 750 personas, le seguía el Metropol con 627 personas, después el Julio Cesar con 365 personas y finalmente el Real con 320 personas. Fue impactante ver como Diomedes recuerda con exactitud estas cifras tan exactas.

 

La historia del Teatro Nelly es algo particular, Nelly era la hija mayor y concentida del señor Ramirez, por lo cual el teatro llebana su nombre, pero al llamar al teato para hacer reservas o cunsultar horarios, contestaban “Nelly a la orden” y a Nelly Ramirez le molestaba, pues ellano estab a la orden. Asi que en cuento murio su padre decidió cambiarle el nombre y le puso Teatro el Doral, donde ahora queda Pantie Jeans por cierto.

 

Diomedes adjudica a la llegada de los centros comerciales el cierre de los antiguos teatros

“Pues la razón que cerró el teatro por el sistema que llegaron los cines nuevos, en carrefour las salas, nuevas de cine, eran por ejemplo películas nuevas y el sonido era mucho mejor que los de acá arriba y era más justificado, el sonido moderno, a mí no me afecto nada, gracias a Dios”

 

pero lo curioso de esto es que todos estos cinemas cerraron por la llegada de un centro comercial con cine incluido, pero para el Teatro el Doral ese era el plan, tal y como sucedía en Miami la idea fue traída hasta Ibagué – Colombia, un cinema o teatro dentro de un centro comercial, se pensaba que esto aumentaría las ventas y asistencia, pero por el contrario, la gente aun no estaba preparada para los centros comerciales y no tuvo el teatro el éxito que se esperaba, era el mas vacío y uno de los que primero cerro.

 

Esta información fue muy valiosa, ya que encontramos un apersona que vivió prácticamente desde el inicio de los teatros hasta su fin, tanto así que conocía la fecha exacta del cierre de los teatros.

 

Después de hablar con Diomedes, llegue a la conclusión que en alguna parte debía existir más información sobre el cine, de acceso al público, por lo cual, investigue en diferentes periódicos y encontré lo siguiente:

 

La primera que encontré y la que más llamo la atención para mi fue la del teatro Nelly, que decía que una inspección de control urbanístico llevada a cabo por el señor Raúl Betancourt, había revelado que el teatro presentaba al publico material “prohibido y totalmente obsceno” , (anterior mente unos señores nos habían contado que en este teatro los jueves pasaban películas pornografías). La policía se vio obligada a intervenir encontró dicho material, por lo cual multaron al teatro con una suma de dos mil pesos.

Pero después, hablando con María Beatriz Ramírez, ella comentó que no era precisamente pornografía,  eran temas que en esa época eran considerados pecados, como el adulterio o la infidelidad, asi como tener sexo fuera del matrimonio, ya que eran temas de gran controversia y mal visto por la iglesia.

 

El 31 de Agosto del 2006, luego de tantos años de servicios y ante la llegada de la firma Cinemak, los propietarios de los teatros de trayectoria en Ibagué: Julio Cesar, Doral, Metropol, Real, tomaron la decisión de cerrar estos establecimientos debido a que los usuarios ya no querían ir a esos teatros por la nueva tecnología y la innovación que traía las salas de Cine ubicadas en Multicentro.

 

Para finalizar, es importante conocer que en el 2014, bajo el título “Cines en Colombia, negocio de 364 millones anuales” se informó sobre las tecnologías e innovación y además para dar a conocer las cifras económicas y datos económicos sobre el cine de Colombia y por último  mostrar gran monopolio, en este caso  cine Colombia y  Cinépolis.  A través de esta noticia se informó sobre la llegada de  nuevos cinemas y sobre el desarrollo de la industria del Cine a los empresarios.  

 

En la biblioteca Darío Echandia enconte un documento titulado Ibagué 100 días, redactado por estudiantes de la Universidad Del Tolima, del cual citaré fragmentos que den cuenta que el cine y la recreación va de años mucho más tras.

“En la calle 11 con carrera segunda don Nicolás Rivera hizo un salón cine, “El Salón Apolo”, con graderías, al aire libre también. En el intermedio mientras se devolvía la cinta, los muchachos que querían entrar gratis tenían que divertir al público dándose puñetazos”.

 

“En la carrera quinta, a la altura de la calle 20 había una placita llamada “de Boyacá” que la ampliación de la avenida redujo a su más mínima expresión. A ella concurrían las familias con los niños de todas las edades a distraerse con la presentación de funciones vespertinas de títeres que traía el “Teatro Pinocho”.

 

“Librería de don Pedro Niño, casa de don Camilo Caldas, descendiente del Sabio francisco José de Caldas, almacén de encajes de Choncha Ruiz, restaurante y billares de Isabel Millán, Teatro Torres construido en 1911 habilitado para proyección de cine mudo”.

 

En estos documentos se puede encontrar información más que todo de cómo estaba distribuido anteriormente el centro de la ciudad de Ibagué, pero nos relata de igual manera que el acto de ver una película, o ir a cine es una practica utilizada para la recreación de las personas desde años atrás, y si aun sigue vigente es por que esta tiene un impacto cultural sobre las personas.

 

Lo más valioso y bonito de esta investigación, es que a pesar de los años y de que muchos de los antiguos dueños hoy ya no nos acompañan, aun quedaba una persona con una disposición inmensa a narrar la historia del cine y los teatros en Ibagué.

 

Ella es María Beatriz Ramírez, hija del Señor Julio Cesar Ramírez, fundador y pionero del cine en Ibagué. Gracias a un viaje que realizo en barco a Estados Unidos, trajo las camaras para reproducir cine en el año 1930 y con estas abrio el que era conocido como el Teatro Colombia, que quedaba en la tercera entre 15-16, su estructura era en Guadua con techo de zinc y las sillas eran unas bancas de madera sin espaldar, era una estructura muy precaria donde se proyectaban las películas sobre sábanas blancas, literalmente.

 

El Teatro Colombia paso a ser despues el Teatro Torres, esto fue aproximadamente en los años 40, época en la cual estaba de moda el cine mudo, en especial Charlie Chaplin, época además en la cual era tan precario el cine aun que en ocaciones en mitad de la pelicla haboia que moverse para que las vacas pasaran, ya que en teatro qiedaba en medio de dos potreros.

 

Ya para los años 60 y 70 las salas de cine eran más grandes, el Teatro más grande de la Ciudadnera “El Avenida” con una capacidad máxima de 1200 personas y el que menos tenía era el Real con una capacidad máxima de 320 personas aproximadamente.

 

El Cine antes y ahora, el furor es la diversión. Las personas siempre han buscado “cine” como un programa para hacer el viernes en la noche o el sábado y domingos por las tardes, el cine nunca se acabara, este siempre va a revolucionar y va a cambiar. Comenta la Señora Beatriz.

 

Alvaro Ramírez,  hermano de la señora María Beatriz, y sucesor de su padre en la industria del cine, trajo a ibague a uno de los actores más reconocidos en Latinoamerica y el mundo, Mario Moreno, o mejor conocido como “Cantinflas”, vino unica y exclusivamente ya que haboa conocido a Alvaro y se lo habia prometido, su vuelo sufrio varias complicsciones, por lo cual resulto llegando a Ibagué en bus desde Bogotá. Cantinflas además dono varias casas a personas de escasos. Resaltó también Maria Beatriz que su hermano que en la época de los niños pobres podían ir a Matinés totalmente gratis e incluía desayuno.

 

Estas acciones creo que nunca se veran por parte de grandes multinacionales del cine; Maria Betriz expresaba que sentir orgullo de cómo los paisas dueños de CineColombia habían logrado evolucionar en el tiempo con los cines, pero para mi, se evolciona pero se dejan atrás muchos aspectos bonitos de la magia del cine.

 

El cine como era antes se acabo, ya simplemnte es un negocio de mercadeo, al que mas salas le quepan  para reproducir mas y mas peliculas en simultaneo. El cine como era conocido antes se acabo.

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